En este Día Internacional del Turismo, celebramos la conexión fundamental entre el turismo y la paz junto a todos aquellos amigos, aliados y colegas que, con dedicación, están construyendo comunidades más unidas y reconciliadas. Su esfuerzo diario es un paso hacia la creación de una cultura de paz, arraigada en sus propias historias y conocimientos.
El turismo va más allá de ser un simple destino o una actividad recreativa; es una herramienta poderosa para rescatar relatos, tradiciones ancestrales y lugares significativos. A través de esta práctica, los protagonistas a menudo invisibilizados recuperan su voz, ayudando a construir juntos un nuevo camino que fomenta redes comunitarias de convivencia pacífica. Estas redes no solo buscan el bienestar de los ecosistemas y de las personas, sino que también generan ingresos que benefician a toda la comunidad.
Hoy rendimos homenaje a seres humanos extraordinarios que habitan en nuestros territorios, Adiela, Adriana, Gilmar, Deyanira, Hugo, Sonia, Hermides, Robinson, Luis y tantas personas de una lista que crece a diario. Su amor y sacrificio por la tierra y sus comunidades nos enseñan que, para recibir, primero debemos dar y nos recuerdan que "nada sin nosotros es bueno para nosotros".
Es cierto que el turismo y la paz se nutren del corazón de las personas, pero también requieren recursos para crecer y ser sostenibles. En este Día Internacional del Turismo #WTD2024, invitamos a todos los viajeros y viajeras a considerar en sus próximos destinos a Nariño, Cauca, Caquetá, Putumayo, Boyacá, Bogotá, Meta, Guaviare. Visitemos y visibilicemos a aquellos que tejen la cultura de la paz, porque cada viaje es una oportunidad para contribuir a la regeneración y a la construcción de un mundo más inclusivo, accesible, pacífico y justo.